5 pasos para convertir tu piscina en una piscina de agua salada

¿Estás pensando en convertir tu piscina en un espacio de agua salada? Pues lee atentamente porque a continuación te mostramos cómo hacerlo realidad, de forma sencilla y eficaz.

Probablemente hayas escuchado que el agua salada de la piscina es más suave para la piel, el cabello y los ojos, y por lo tanto más saludable que el cloro y, es cierto.

El agua clorada de la piscina puede resultar poco beneficiosa debido a los químicos llamados cloraminas, que son unas compuestos que se generan cuando el cloro del agua de la piscina entra en contacto con componentes orgánicos, como la orina, piel, pelo y el sudor, y pueden ser dañinos de formas diferentes. Además, Las cloraminas fuertes pueden acumularse en el aire que rodea una piscina, especialmente en las piscinas cubiertas, haciendo que el aire se ponga denso y pueda causar tos e incluso ataques de asma.

La exposición frecuente al cloro puede incluso hacer que algunas personas desarrollen alergia o sensibilidad a dicho químico. Y para aquellos que ya son sensibles, nadar en una piscina con cloro puede causar erupciones, urticaria y picazón en la piel más allá de la simple sequedad que puede experimentar la exposición al cloro.

Si tu piscina te está causando molestias, a ti o a alguno de tus familiares o amigos, te aseguramos que una conversión de piscina a agua salada podría ser la solución que estás buscando.

La diferencia entre el agua salada y el agua dulce en una piscina está, en que a la segunda hay que añadirle cloro y de la primera se aprovecha la sal para, mediante un proceso de electrólisis, generarlo. Más tarde ese cloro (hipoclorito) se descompone para transformarse nuevamente en sal. Si quieres más información puedes ver como funciona una piscina de agua salada.

Un generador de cloro salino crea el mismo tipo de cloro que se usa en una piscina de cloro. Hay que mantener estables los niveles de cloro para inhibir la formación de cloraminas.

En una piscina de agua salada, cuando los niveles de cloro son estables y no hay cloraminas, la salinidad del agua está mucho más cerca de la salinidad de los conductos lagrimales naturales.

Esta es la razón por la que no hace daño abrir los ojos en una piscina de agua salada y el por qué tu piel y cabello no se sentirán tan secos después de nadar.

Además hay que destacar que las piscinas de agua salada requieren unos cuidados mucho menos laboriosos, y su mantenimiento es mucho más sencillo, que el de las piscinas tradicionales.

Como verás todo son ventajas frente a una piscina de agua dulce tradicional, de ahí que su popularidad haya crecido rápidamente en los últimos años.

A continuación te contamos como aprovecharte de todos estos beneficios, si el proceso de conversión es simple o complicado, y si lo puedes hacer o no tú mismo. Podemos asegurarte que realmente es algo muy sencillo de hacer, y ahora antes de comenzar la temporada de baño, es el momento perfecto de ponerse a ello.

1. Precauciones con el revestimiento de tu piscina

piscina agua salada

Lo primero que debes tener en cuenta es el tipo de revestimiento que tiene tu piscina para que no le causes ningún daño.

Si tienes un revestimiento de vinilo, piscina de liner, te alegrará saber que el sistema de clorador de sal en tu piscina es una de las mejores opciones, puesto que el revestimiento estará expuesto a niveles más bajos de cloro, por lo que incluso puede alargar la vida útil del mismo.

En cambio, si tu piscina es una de esas enterradas que cuentan con paredes galvanizadas detrás del revestimiento, debes vigilar que no tenga ninguna fuga, porque por muy pequeña que sea, va a hacer que el agua salinizada se filtre contra la pared de acero, haciendo que ésta se corroa.

También debes tener en cuenta que de manera similar, las piscinas elevadas con muchas partes metálicas, pueden oxidarse con el tiempo debido a la exposición al agua salada. 

Y si tu caso es una piscina de resina sobre el suelo, puedes hacer el cambio sin esta preocupación.

2. Elección del clorador salino

clorador-salino

Como ya explicamos anteriormente, el sistema de cloración de agua salada funciona al pasar una corriente eléctrica a través del agua salinizada, lo que provoca una reacción química a través de la electrólisis que crea cloro a partir de moléculas de sal.

Algo que debes conocer respecto al clorador salino es que cuenta con dos partes principales: la celda y el panel de control. La celda es donde tiene lugar la electrólisis para crear cloro y el panel de control es el que te permite ajustar la cantidad de cloro que se genera.

Para elegir el clorador salino que mejor se adapte a tu piscina debes tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

Tamaño del clorador salino

Debes elegir el tamaño que necesitas según la capacidad de tu piscina en litros. Si no estás seguro de cuántos litros tiene tu piscina, tendrás que calcular el volumen de agua de la piscina.

Tipos de cloradores salinos

Dependiendo la cantidad de automatización que desees existen:

    • Los cloradores básicos: te permiten ajustar la cantidad de cloro que generarán y no mucho más.
    • Los sistemas más sofisticados: ofrecen lecturas digitales, niveles de sal, limpieza automática de celdas, control de flujo y protecciones contra congelamiento, entre otras cosas.

Precio del clorador salino

Compra un clorador que tenga un precio que se ajuste a tu presupuesto, pero que sea de la mejor calidad que puedas pagar. En el mercado existe una gran variedad, por lo que hay una gran diversidad de precios.

Una vez que has elegido tu clorador salino, lo siguiente a tener en cuenta antes de instalarlo y comenzar el proceso de conversión de la piscina a agua salada, deberás decidir cómo introducir mejor la sal en el agua de la piscina.

Si actualmente utilizas un agente antibacteriano en la piscina, drenar la piscina puede ser una buena idea, puesto que el ingrediente activo de este tipo de desinfectante para piscinas es polihexametilen biguanida , un químico que no es compatible con el cloro. Debido a que su piscina de agua salada contendrá cloro, si este agente no se elimina primero del agua, el agua de la piscina no estará adecuadamente equilibrada y el cloro será menos efectivo para mantener el agua limpia.

En este caso, tienes dos opciones: vaciar la piscina y empezar de cero con agua nueva o “quemar” el agente antibacteriano del agua con una dosis alta de cloro.

Esta opción hará que el agua de su piscina se vuelva blanca y tardará varios días en disiparse. Una vez que lo haga, puede comenzar el proceso de conversión de agua salada.

3. Instalación del clorador salino

La instalación del clorador llevará unas horas de trabajo solamente por lo que podrá estar  funcionando ese mismo día sin problemas.

Algo importante a tener en cuenta es que hay que trabajar con agua y electricidad, así que hay que proceder con precaución. Y si no te encuentras  seguro de trabajar con cables eléctricos, herramientas manuales básicas y cortar y pegar tuberías de PVC, te recomendamos que llames a un profesional para que se encargue de la instalación.

En cambio, si crees que tiene las habilidades suficientes para dicha instalación, a continuación te mostramos los pasos que debes tener en cuenta:

  1. Equilibrar el agua de la piscina según las especificaciones del manual de instalación. (No es obligatorio vaciar la piscina).
  2. Agregar la cantidad requerida de sal para lograr la concentración deseada, según la tabla de su manual, en la que se detalla la cantidad de sal necesaria en función del volumen de agua de la piscina.
    La sal debe esparcirse por la superficie de la piscina. Puede tardar hasta 24 horas en disolverse por completo.
  3. Instalar el panel del clorador en una pared cerca de la plataforma del equipo de la piscina.
  4. Conectar el panel del clorador a la alimentación de acuerdo con las especificaciones del manual. 
    Hay que fijarse bien en que algunos sistemas vienen con un cable de alimentación que se conecta directamente a un circuito protegido con interruptor de circuito a tierra. Y en cambio, otros pueden conectarse a un reloj de tiempo existente, o pueden conectarse directamente a la bomba de la piscina para obtener su energía. Además, el panel vendrá con un cable de conexión a tierra y un cable de conexión para conexiones eléctricas seguras.
  5. Instalar la celda del clorador en la tubería de la piscina después del filtro. 
    Dicha celda debe ser la última pieza de equipo en la tubería de la piscina antes de que el agua regrese a la piscina. El agua que pase por la celda del clorador debe estar ya filtrada.
  6. Conectar la celda del clorador al panel del clorador.
  7. Enciende la bomba de la piscina y verifica que no tenga fugas. Haz funcionar la bomba durante varias horas para ayudar a hacer circular el agua y disolver la sal.
  8. Enciende el clorador de sal y comienza a disfrutar de tu piscina de agua salada.

4. Elegir el tipo de sal

piscina salada

Algo que debes tener claro respecto a la sal que debes usar en tu piscina, es que solo servirá la sal para piscinas.

La pureza de la sal generalmente se muestra en los paquetes de productos como un porcentaje. Elije una sal de alta calidad para piscinas para evitar problemas. También asegúrate de usar suficiente sal para que el volumen de tu piscina mantenga un nivel entre 2700 ppm y 3400 ppm, siendo el nivel ideal 3200 ppm.

5. Mantenimiento de la piscina

Por último, los pasos que debes tener en cuenta para mantener el agua limpia y clara, y prolongar la vida útil de la celda del clorador, son los siguientes:

  1. Prueba el cloro libre y el pH semanalmente.
  2. Revisa y limpia el filtro, skimmer y bomba semanalmente, así como la mierda que se adhiere a las paredes.
  3. Comprueba la alcalinidad, la dureza del calcio, el ácido cianúrico, los metales y los sólidos totales disueltos y los niveles de sal mensualmente.
  4. Aspira el fondo de la piscina al menos una vez al mes.
  5. Revisa la celda para ver si hay acumulación cada tres meses y límpiela con ácido clorhídrico según sea necesario.

Ahora solo queda que disfrutes de tu piscina lo máximo posible.

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