Consejos para el mantenimiento de tu piscina en invierno

Se está acabando el verano y tenemos ya a la vuelta de la esquina el frío otra vez. El verano es la estación del año ideal para la piscina. No hay un plan veraniego mejor que darse un buen chapuzón en una piscina fresca. El problema es que en invierno ya no apetece, ya que hace mucho frío.

Que no uses la piscina en invierno no significa que tengas que olvidarte de ella hasta el verano siguiente. De hecho, no puedes olvidarte de la piscina en ningún momento, ya que siempre requiere de algún tipo de mantenimiento. Por eso, en este post te hablaremos acerca de consejos para un mantenimiento adecuado de tu piscina en invierno.

8 consejos para el mantenimiento de tu piscina en invierno

No importa la época del año que sea, siempre hay que mantener el agua de la piscina limpia o preparada para el verano. La parte buena del mantenimiento en invierno es que no requiere tanto tiempo como en verano, ya que al no usar la piscina, no hace falta que la limpies. El mantenimiento en invierno es básicamente tratar el agua para que se pueda volver a usar en verano. Veamos los 8 consejos para el mantenimiento de tu piscina en invierno:

1. Añade algicida cuando cierres la piscina

Las algas son uno de los principales enemigos en invierno, ya que el agua no se mueve prácticamente y pueden quedarse en tu piscina a vivir. Por ello, es importante que eches algicida para evitar que así puedan sobrevivir en el agua de tu piscina.

Te recomendamos también que antes de que cierres la piscina, la revises al completo para ver si hay alguna parte donde han salido algas. Si es así, elimínalas lo antes posible, para evitarte futuros problemas.

2. Prepara todo por si se congela el agua

Cuando el agua se congela y pasa a estado sólido, aumenta su tamaño y puede llegar a romper o crear grietas. Por eso, hay que tener especial cuidado, sobre todo con la cubierta de tu piscina. Puedes añadir almohadas para evitar que se congele el agua, como ya contamos hace unos días.

3. Añade más cloro

Al añadir más cloro lo que consigues es que el punto de fusión del agua baje, haciendo que sea más difícil que se congele. Por supuesto, tampoco tienes que excederte echando cloro, ya que desestabilizas el equilibrio químico de la piscina al completo.

4. Revisa la cubierta

Este consejo es bastante evidente, pero a veces de lo evidente que es nos lo saltamos. Para asegurarte de que nada del exterior entra o altera el agua de tu piscina, hay que ver si la cubierta está en perfecto estado o si en cambio hay alguna parte que no. Si al revisar la cubierta encuentras alguna parte que ves que está rota, arréglala antes de que cierres la piscina.

Te recomendamos que hagas una revisión cada cierto tiempo de la piscina, especialmente después de alguna tormenta o nevada importante.

5. Limpia la cubierta

La cubierta es lo único que aísla tu piscina del exterior, evitando que entre al agua deshechos y demás restos. Por eso, también tendrás que limpiar tu cubierta. Con el paso del tiempo, las cubiertas se suelen ensuciar y no sirve de nada tener una cubierta poco limpia para evitar que se ensucie el agua.

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6. Revisa tu piscina

Es importante que lleves también de vez en cuando un seguimiento del balance químico de tu piscina. Te recomendamos que lo hagas en aquellos días en los que parezca mentira que sea invierno. La razón detrás de ello, es que suelen ser los días donde se puede dar algún cambio en el equilibrio químico de la piscina.

7. Añade desinfectante

Puede que te parezca una locura añadir desinfectante sin poner en marcha la depuradora. Aun así, te recomendamos hacerlo ya que ayuda a mantener tu piscina a raya de bacterias u otras formas microscópicas de vida.

Hay desinfectantes específicos para el invierno, pero no necesitas tener esos, puedes usar uno normal y corriente.

8. Una pequeña enzima puede ayudar mucho

Las enzimas químicas para piscinas están diseñadas para deshacerse de contaminación orgánica, ya sean hojas, cacas de pájaro, polen, etc. Si tienes una cubierta de piscina que tape completamente la piscina, no es necesario que utilices enzimas. No obstante, menos es nada y te recomendamos que las uses para así olvidarte por completo de ese problema.

Conclusión

Abrir la piscina para la temporada nunca es una tarea fácil, exactamente. Pero ahora que has logrado una rutina de mantenimiento de tu piscina en invierno, va a ser un juego de niños. Atrás quedaron los tiempos en los que durante varios días tenías que preparar tu piscina. Además, gastarás mucho menos dinero en productos químicos y mucho menos esfuerzo y tiempo en cambiar el agua de su piscina de verde a limpia. Ahora la emoción de comenzar la temporada de piscinas puede ser solo eso… ¡emoción! Y yo diría que eso es algo para celebrar. Disfrutar.

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