Las cubiertas para piscinas nos ayudan a mantener nuestra piscina limpia y protegida a lo largo de todo el año. Por su parte, apenas necesitan mantenimiento, pero si queremos limpiar una cubierta para piscina y conservarla impecable tan solo debemos tener en cuenta los siguientes consejos.
Limpiar una cubierta para piscina con agua
Tanto si se trata de cubiertas altas, como si nos referimos a cubiertas bajas o cubiertas planas, lo más común es que simplemente se ensucien con gotas de lluvia, barro y polvo. En estos casos, el método más sencillo y económico para dejarlas impecables es aplicar un chorro de agua con una manguera a presión de manera continuada. Esto suele ser suficiente para desprender estas pequeñas partículas que deslucen nuestra cubierta.
No frotes su superficie con trapos ni cepillos
En contra de lo que podamos pensar, no debemos ayudarnos de trapos ni de cepillos para tratar de eliminar la suciedad, puesto que los restos de tierra y de suciedad adheridos podrían provocar arañazos en la superficie de la cubierta cuando frotemos. Por eso, tal y como decimos, un buen chorro de agua suele ser más que suficiente para limpiar una cubierta para piscina de manera habitual.
Esponja y jabón para la suciedad más resistente
Si después de limpiar una cubierta para piscina con agua, todavía quedan restos como barro adherido, heces de pájaros, melaza… Podemos insistir en esas zonas con una esponja suave impregnada en agua y jabón, hasta que veamos que la suciedad se deshaga.
El interior de tu cubierta para piscina, perfecto con limpiacristales
Las condiciones del interior de tu cubierta para piscina son muy diferentes de las del exterior, por lo que requieren otros cuidados. En este caso lo más común es que la superficie tan solo se ensucie por el vaho o por las pequeñas partículas que puedan quedar adheridas con el vapor de agua. Como no encontraremos elementos como arena o restos de hojas o plantas, será suficiente con limpiarla dos o tres veces al año con un limpiacristales (cuando la cubierta para piscina es de cristal), o simplemente con agua (cuando la cubierta para piscina es de policarbonato), para no dañar la capa de protección ultravioleta que incluye. Verás que vuelve a lucir como nueva y sin apenas esfuerzo.