Combinando ciertas medidas físicas y químicas podemos mantener el agua de la piscina impecable, tanto a nivel higiénico como a nivel visual, durante todo el año. En este post os damos unos consejos para mantener el agua de tu piscina en perfecto estado y poder disfrutar de ella durante más tiempo.
1. Ajuste del PH
El primer paso para lograr un agua limpia, clara y que no cause problemas en la piel consiste en regular el PH.
Los valores ideales se encuentran entre 7,0 y 7,4. Si el nivel está por debajo, el agua estará demasiado ácida y habrá riesgo de corrosión y de irritaciones en piel y ojos. Y está por encima, será demasiado alcalina y como consecuencia nos afectará de manera severa a nuestra piel, ojos y cabello.
Un valor del PH incorrecto nos podrá causar problemas en la piel y mermará el tratamiento desinfectante que estemos aplicando al agua de nuestra piscina.
La dureza del agua y la temperatura harán variar el PH. Por eso, se recomienda analizar los niveles mínimos una vez a la semana.
2. Prevención de bacterias y hongos
Para muchas bacterias, algas u hongos, el agua es el medio ideal para reproducirse y en épocas de sol, como el verano, son más proclives a su aparición, produciendo un aspecto desagradable y nada saludable a la piscina.
Si realizamos un proceso de desinfección correcto mantendremos alejados estos microorganismos de nuestro agua. Aplicar un algicida de forma regular evitará la aparición de algas.
3. Desinfección del agua
Cloro
Podemos encontrar varios productos para desinfectar el agua; el método más común es el llamado “cloro”, que además de antiséptico actúa eliminando los restos orgánicos que no se han podido filtrar. Se recomienda un contenido de 0,5 a 1,0 mg/l para que el agua esté desinfectada correctamente.
Estos valores, al igual que lo comentado para el PH, deberán controlarse mínimo una vez por semana.
Oxígeno activo
La alternativa al cloro suave sin olor es el oxígeno activo. El agua cuidada con este producto además de dejar un espectacular aspecto cristalino, es respetuosa con piel, ojos y cabello. Este método necesita de más atención para obtener unos resultados óptimos.
Bromo
El “bromo”, tiene una estructura física muy parecida al cloro, con un poder desinfectante muy similar. Este método es muy utilizado en espacios donde el “fuerte olor” del cloro es molesto, como el spa. El bromo garantiza alta desinfección, gracias a su alta tolerancia con el PH.
La inmensa mayoría de las piscinas disponen de un tratamiento suficiente con estos productos indispensables que hemos citado. Pero si quieres sacarle el máximo rendimiento al agua de tu piscina, existen productos complementarios que te facilitarán esta tarea, como por ejemplo: algicidas, floculantes o productos de mantenimiento en invierno entre otros.
4. Mantener un filtro limpio
Tener el filtro de la piscina limpio asegurará que el tratamiento químico que realicemos sea más eficaz. Si el filtro está sucio, la calidad del agua empeora y como consecuencia incrementaremos el consumo de productos químicos.
5. Cubierta de piscina
Si disfrutas de una cubierta para piscina, reducirás la gran mayoría de suciedad como hojas, insectos… y necesitarás menos el uso de limpia-fondos o recoge-hojas, e incluso disminuirás los gastos en productos de mantenimiento.
Así que sí deseas mantener el agua de tu piscina limpia y saludable, sigue nuestros consejos, contacta con nosotros y disfrutarás de tu baño sin preocupaciones.