Las algas pueden formarse rápidamente dentro del agua de la piscina, sobre todo si la temperatura exterior es muy alta. A medida que sube la temperatura de 18ºC es cuando pueden comenzar el crecimiento de las algas. Cuanto antes estés pendiente del agua de tu piscinas podrás eliminar las algas de la piscina con muy poco esfuerzo y así mantener al agua limpia y cristalina.
El primer paso es tratar el agua de la piscina para eliminar las algas, como ya comentamos en un artículo anterior. Las algas morirán dentro de las 24 horas posteriores a la cloración de choque o la adición de una gran cantidad de cloro líquido para elevar el nivel de cloro por encima de 10 ppm. Después de la descarga inicial, mantén la bomba de la piscina funcionando durante 24 horas para obtener los mejores resultados. Este proceso hará que las algas verdes mueran y comenzarán a volverse blancas con bastante rapidez.
Dependiendo de la cantidad de algas que hayan crecido en tu piscina, el agua también podría comenzar a enturbiarse a medida que las algas muertas comienzan a eliminarse de las paredes y el suelo de la piscina. Puede llevar algunos días restaurar completamente el agua de la piscina al oasis cristalino en el que te gusta bañarte a ti y a tu familia. Te paciencia y sigue estos sencillas pasos para eliminar las algas de la piscina.
Si en casa cuentas con niños pequeños o mascotas, tendrás que guardarlas en una parte a la que no puedan acceder, ya que son productos que pueden llegar a tener consecuencias fatales si lo ingieren o tocan.
Un error común es pensar que cuánto más alto se guarde, más difícil será que alguien llegue ahí, pero a la vez hay un riesgo bastante alto de que se puedan caer. Los productos químicos suelen ser corrosivos y si se precipitan, pueden dejar auténticos destrozos en el suelo o, incluso, puede que haya algo de producto en el suelo del cual no te has dado cuenta, y una mascota lo huela y lo ingiera.
Es importante mantener los productos químicos lejos de la piscina, ya que no es nada recomendable que se almacenen en lugares que sean muy húmedos.
La cuestión que hay detrás de todo ello, es que, con la humedad, los productos químicos pueden llegar a reaccionar sin que te des cuenta y pueden expulsar gases tóxicos, o se puede estropear el producto en sí.
Si has decidido guardar los químicos en una caseta aparte de tu casa, es fundamental que te asegures de que no va a sufrir ninguna inundación y que se pueda ventilar.
Cuando vayas a guardar los productos químicos, la zona en la que los dejes debe de tener unas condiciones de temperatura frescas, es decir, ni muy frías, ni muy calurosas.
Es más recomendable almacenar en una parte más fría que caliente, ya que con el calor, se pueden llegar a producir reacciones químicas indeseadas y nos veremos con un problema bastante grave.
Por supuesto, si vives en una zona donde las temperaturas pueden llegar a ser muy bajas, no los guardes en un sitio donde se puedan llegar a congelar.
Hay algunos productos químicos que con el tiempo pueden llegar a soltar gases tóxicos, por lo que es importante que el lugar en el que los almacenes cuente con un sistema de ventilación eficaz.
No importa donde hayas elegido guardarlos, pero bajo ningún concepto dejes juntos a dos productos que puedan reaccionar nada más entren en contacto. Esto supone un riesgo altísimo, porque hay ocasiones en las que sin nadie hacer nada, pueden reaccionar y te ves en de un segundo a otro en una situación altamente peligrosa.
Los productos químicos no son para nada un juguete, así que asegúrate de que cuando los almacenes tengan una posición exacta y que no estén cerca productos que puedan reaccionar fácilmente.
Este factor tiene que ver más con la vida media de estos productos. A excepción de muchos tipos de cloro seco, la mayoría de ellos no duran más de uno o dos años. Es importante que te asegures de que los productos que vayas a usar no hayan pasado demasiado tiempo desde que los compraste, ya que, de lo contrario, serán inservibles.
Evita almacenarlos uno encima de otro, ya que puede suceder lo que hemos hablado en el punto de cercanía a otros productos.
Cuando elijas el lugar en el que vas a guardar tus productos, asegúrate de que no esté cerca de ningún aparato eléctrico que pueda provocar un chispazo o una fuerte descarga, y, por supuesto, de algún aparato que puedan generar mucho calor al sobrecalentarse.
Los productos químicos son esenciales, ya que sin ellos nuestra salud correría riesgo al meternos a una piscina. No obstante, no hay que jugar con ellos, debido al alto índice de peligrosidad que presentan. Esperamos que esta guía te haya servido de ayuda para conocer más a fondo medidas de seguridad que has de tomar, que te evitarán futuros problemas o accidentes.
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